Confiesa tus Pecados en Momento Aceptable

Cirilo se convirtió en obispo de Jerusalén en 350 y es conocido por su catequesis sistemática que utilizó para instruir en lo esencial de la fe a los nuevos conversos al cristianismo como parte de su preparación para el bautismo en Pascua y para recibir más instrucciones sobre la formación espiritual en la semana siguiente. Los escritos de Cirilo están llenos de la naturaleza amorosa y perdonadora de Dios, el poder sanador del perdón y la compañía del Espíritu Santo.

Confiesa tus pecados en el momento aceptable

Si alguien aquí es un esclavo del pecado, que se prepare a través de la fe para el nuevo nacimiento en la libertad de los hijos adoptivos de Dios. Deja de lado de tu miserable servidumbre de pecado y asume el bendito servicio del Señor; para que puedas ser considerado un digno participante en la herencia del reino de los cielos. A través de la confesión, despréndete de tu vieja naturaleza humana, que está siendo destrozada por los deseos engañosos, y vístete de la nueva naturaleza, que está siendo reparada y completada por el conocimiento de Aquel que te creó. Por fe, recibe la garantía del Espíritu Santo, para que seas recibido en tu hogar eterno. Ven ante el sello místico del reino de Dios para que puedas ser fácilmente reconocido por el Maestro.

Ser contado como parte del santo y espiritual rebaño de Cristo, ser apartado a su mano derecha y recibir la herencia que ha sido preparada para tí. Aquellos que todavía usan la ropa áspera de sus pecados están a su mano izquierda porque no han venido a la gracia de Dios que es dada por Cristo en el bautismo. No es un nuevo nacimiento físico, quiero decir, sino un segundo nacimiento espiritual del alma. Los cuerpos nacen de padres visibles, pero las almas renacen a través de la fe, porque el Espíritu sopla donde quiere.

Si se te considera digno, escucharás las palabras ‘Bien hecho, buen y fiel servidor’, cuando tu conciencia haya sido examinada y se encuentre libre de toda mancha de hipocresía.

Si alguien aquí piensa en poner a prueba la gracia de Dios, se está engañando a sí mismo e ignorando el poder de las cosas. Manten tu alma sincera y libre de hipocresía porque Dios mira la mente y el corazón.

El tiempo presente es el momento de la confesión. Confiesa lo que has hecho, ya sea por palabras o por acciones, ya sea de día o de noche. Si confiesas en el momento aceptable, recibirás el tesoro celestial en el Día de la salvación.

Hazte puro para que puedas ser un recipiente de gracia más abundante. La remisión de los pecados se da por igual a todos, pero el compartir el Espíritu Santo se da de manera diferente a cada hombre, de acuerdo con la fe de cada uno. Si has trabajado poco, recibirás poco en el camino de la recompensa; si, por otro lado, has trabajado mucho, la recompensa que recibirás será excelente. Es para tu propio beneficio que estás corriendo esta carrera: corre duro, en tu propio interés.

Si tienes algo contra alguien, olvídalo, déjalo ir. Has venido aquí para recibir el perdón de los pecados, así que primero debes perdonar a quien haya pecado contra ti.

Cirilo de Jerusalén (313-386)

1 Juan 1: 5-10
Santiago 5: 13-20

Oración
Apoya a tu pueblo, Señor,
quienes depositan toda su confianza en tu misericordia.
Lava la mancha de nuestros pecados
haznos vivir en tu presencia toda nuestra vida,
y llévanos a la herencia que has prometido.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo,
Un Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.