Colecta para el segundo domingo después de Navidad

Oh Dios, que maravillosamente creaste, y aún más maravillosamente restauraste, la dignidad de la naturaleza humana: Concede que podamos compartir la vida divina de aquel que se humilló a sí mismo para compartir nuestra humanidad, tu Hijo Jesucristo nuestro Señor; que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.